No siempre lo comparto todo y no siempre tengo ocasión de compartir cuando quiero, a veces el trabajo manda y otras veces la falta de tiempo físico y las prioridades son quienes me lo impiden. Lo que sí tenía claro es que debía mostrar, si o sí, algunas de las imágenes pertenecientes a la boda de Irene y Jorge. Una celebración de las que a mi me gustan, ubicada en exteriores, con una maravillosa luz natural y con la buena energía y compañía de los allí presentes.
Llegadas las fiestas los encargos son un no parar, muchos de ellos son para regalar a los seres queridos, otros para sorprender a la persona amada, unos cuantos para el "amigo invisible" y algunos directamente como auto-regalo después de todo un año de trabajo y rutina.
Es una gran suerte cuando quién te elige para que realices las imágenes de su web y redes sociales está en tu misma sintonía. Es entonces cuando una sesión de fotos se convierte en un bonito intercambio de energía, acompañada por risas y con la naturaleza como escenario.